El viernes 29 de noviembre
a las 20:00, en la Capilla de
Santa Catalina de la SIB Catedral de Salamanca ha tenido lugar la presentación
del hábito de nazareno que portarán los hermanos del Rosario en la Salida
Penitencial. El hermano Mayor Raúl Vicente Baz
presento el acto, al que posteriormente le tomaría la palabra José Antonio
Arroyo Villoría “Maestro de la Costura” y que será el encargado de confeccionar los hábitos,
para explicarnos la elaboración del mismo el que es
casi todo artesanal .
DETALLE DEL HÁBITO DE NAZARENO
1. Fotografía general del Hábito Penitencial.
2. Antifaz de tejido tipo lino en algodón blanco con
capirote micro-perforado de 1 m. de altura.
3. Escudo de la Archicofradía bordado en hilo de oro y
colores de 19 cm. Deberá ir a la altura del pecho.
4. Cinturón de Esparto de 30 cm. compuesto de 4 hebillas
rematadas en cuero oscuro.
5. Hábito del mismo tejido que el antifaz, con cola de 210
cm. que habrá de portarse en el brazo por fuera del cinturón.
6. Sandalias de color cuero oscuro con calcetines blancos
lisos.
7. En la mano opuesta a la portadora
Reza un proverbio muy conocido: “El hábito no hace al monje,
pero lo
distingue”. Y esto se aplica muy bien a nuestro estilo de
vida o cofradía. Si
bien es cierto que, el hábito no nos hace quienes somos, no
es menos cierto
que es un símbolo por el cual nos identifican como miembros
de la Orden
de Predicadores.
Así como las diversas profesiones pueden ser identificadas
por medio de
sus uniformes, para la Vida Religiosa, los distintos estilos
de hábito nos
testimonian de cara a la sociedad. Y la gente espera que
correspondamos
en nuestras actitudes con lo que representamos.
Cuando salimos a la calle acompañando a nuestras imágenes
titulares, uno
de los elementos que más llama la atención en los cortejos
procesionales,
es el atuendo de sus integrantes, la túnica de nazareno, que
ha ido
cambiando a lo largo del tiempo, adaptándose a diferentes
modas y
mentalidades.
Vestir la túnica de nazareno se envuelve de un rico
ceremonial cargado de
simbología y cada uno de los elementos que la componen
tienen su propio
significado. El hábito de nazareno tal y como o entendemos
hoy en día,
tiene sus orígenes en la época medieval. El primer elemento
que vamos a
analizar es el capirote. Este cono de cartón que sirve de
sustento al antifaz,
era empleado por la Inquisición para que aquellas personas
que tenían que cumplir penitencia, sufrieran además de una mortificación
física, la
vergüenza pública al ser reconocidos por todos como
pecadores, llevándolo
por las calles y plazas que tenía que recorrer, siendo este
capirote de gran
tamaño y muy vistoso.
También se daba a conocer el pecado que la persona había
cometido a
través de un trozo de tela en el que iba escrito y que le
colgaba por el pecho
y la espalda, llamado sambenito.
De esta prenda proviene el
actual escapulario que forma parte de muchas indumentarias, hoy en
día más por semejanza con los hábitos monástico que por su escudo
penitencial. En la
antigüedad servían para colocar sobre ellos el escudo de la
corporación,
función que hoy cumple el antifaz en las túnicas de cola y
sobre la capa, a
la altura de los hombros en las túnicas llamadas de capa.
La conocida como túnica de cola, consistente en una habito
largo con una
prolongación en su parte posterior, tiene un significado en
la celebración
de la Semana Santa. El nazareno que la lleva simboliza que
“arrastra sus
pecados” y lo hace “en señal y duelo por la Pasión y
Muerte”.
Era costumbre desde la Edad Media que en los duelos la
realeza mostrara
su luto con una prenda conocida como la “loba cerrada”, esto
es, una falda
larga de paño negro. En función de la longitud de su cola se
consideraba el
mayor o menor dolor causado por la muerte de un familiar o
conocido. En la corte de los Austrias, las viudas llevaban un manto largo sobre
la cabeza,estética que se trasladó a la indumentaria de las Dolorosas.
Las imágenes de Gloria, por el contrario, lo lucían corto (hasta el siglo
XIX), en señal de
gozo.
En lo que respecta la túnica de cola, con cerca de dos
siglos de antigüedad,
hay que destacar que actualmente la mayoría de las cofradías
que la lucen
han optado por recogerla al brazo por no alargar tanto los
cortejos y por
motivos de limpieza.
Dicho esto, solo me queda animar a los presentes a que
vistan si no lo hacen
ya, la túnica de nazareno, para que vivan una experiencia
única tras el
antifaz, donde a través del recogimiento y la oración íntima
con Dios
puedan aprovechar la oportunidad que nuestras cofradías nos
brindan para
crecer como cristianos, dando a su vez testimonio de fe.
“Que con esta túnica vivan lo que aspiran a ser y sean lo
que aspiran a vivir:
predicadores”