Cuenta la leyenda, que Don Rodrigo, después de perder el
trono en la batalla de Segoyuela de Cornejas, se refugió en estas sierras, y
escondió una Virgen que acostumbraba a llevar en sus batallas. Esta virgen, fue
encontrada por un ermitaño, Froilán Porqueiro, del vecino pueblo de Monforte, y
que los vecinos de La Alberca levantaron una ermita donde honrar a la Virgen;
sería llamada Virgen de Majadas Viejas, porque apareció en un lugar donde los
pastores levantaban sus cabañas y donde llevaban al rebaño, y en su honor el
día de Pentecostés se celebraría una romería en honor a la Virgen.
Esta romería se sigue celebrando desde tiempo inmemorial, y
ese día, la Virgen es sacada en procesión, después de una misa en la ermita
levantada en su honor. Los niños bailan las danzas a la Virgen, y por la tarde
después del rosario, se lleva en procesión a la Virgen, a las mismas peñas
donde apareció, y allí se representa una loa, o auto sacramental donde se
conmemora la aparición de la Virgen.
Finalizada la loa, la plaza de la ermita es testigo de una
capea popular.
En este paraje a tres kilómetros de La Alberca, en medio de
un robledal, se reunen los albercanos, y en una jornada campera, pasan este día
de fiesta.