Buen tarde la vivida el Sábado en el Rosario, momento de
tertulia, de aprendizaje y sobre todo de hermandad.
Los capataces de Madre de Dios del Rosario D. Oscar Rodríguez
Fernández y D. Javier Casas Pérez,
Citaron a las cuadrillas de costaleros del Rosario para pasar una buena tarde y explicar
a los aspirantes a costaleros las técnicas y ropas del costalero, dentro de los
que son los “Sábados del Rosario” los costaleros
D. Ángel Hernández Torres y D. Héctor Gordejo Martin fueron los encargados
de explicar dichas técnicas y sus propias vivencias. De una manera distendida y
amena en que todos los presentes pudieron disfrutar.
La ropa es la
herramienta de un costalero, es su elemento más importante, para poder trabajar bien en el palo y poder ir de la manera más cómoda posible, es importantisimo
hacer un buen costal y tirar bien la ropa.
Nunca hay que tener prisa en hacerse un costal , El costal
tiene que quedar bien para no hacerte daño y perjudicar al hermano que lleves
al lado. Hacerse bien la ropa, fajarse es fundamental a la hora de trabajar
debajo del paso.
RECOMENDACIONES:
Postura debajo del paso: Se considerará que estás bien
colocado debajo del paso cuando tu
mirada sea al frente y tu cuerpo completamente recto debajo
de la trabajadera.
En el transcurso del trabajo debajo del paso, por el
cansancio y la fatiga, nos encorvamos, nos
doblamos y nos movemos, buscando lo que nunca se encuentra
que es descargar el peso.
Esto es un acto reflejo que debemos de evitar, pues son
peores sus consecuencias.
Hacer la ropa: La ropa hay que hacérsela una sola vez, al
hacerla más veces, si no lo hace
toda la cuadrilla, estaríamos cambiando la igualá, al
readaptar la ropa de nuevo.
Tirar de la ropa: Es tan importante o más como hacerla bien.
Si hacemos bien la ropa y no nos
la ponen bien habremos perdido gran parte de nuestro tiempo.
Así que es conveniente perder
unos minutos en tirar bien de la ropa al compañero. Sin grandes
estridencias ni gesticulaciones
banales. La ropa bien hecha se pone con muy poco esfuerzo.
Colocación de la faja: Las personas delgadas no necesitan
utilizar todo el ancho de la faja.
Basta con doblarla por la mitad. Con ello dejaremos libres
las últimas costillas lo que facilitará
la respiración normal
Levantá y arriá: A la hora de levantar y bajar el paso el
mayor riesgo que corremos es cuando
tenemos la espalda inclinada hacia delante a la hora de
ejecutar estos movimientos. No olvides
tener el tronco perpendicular a la trabajadora y la mirada
al frente en el momento que el capataz diga “a esta es”