Cientos de personas se daban cita en la localidad de
Peñaranda para presenciar el último desfile de la Semana Santa, en la que
participaban las ocho cofradías de la localidad.
Uno de los momentos más esperados de la procesión, es
alrededor de las 12 de la mañana, cuando
se realiza el encuentro en la Plaza de la Constitución entre la imagen del Cristo Resucitado y la de
Nuestra Señora de la Soledad y después de recitar los versos de un niño vestido
de San Miguel, patrón de la ciudad, se procede a retirar el manto negro de la
Virgen, en medio de los aplausos del público.
Este año el Niño vestido de San Miguel Arcángel fue, Pablo
Manzano Sánchez y las niñas Maika Sánchez, de Magdalena y Vega Castillo Pérez,
de Verónica.
Una vez anunciada la
Resurrección de Cristo, la procesión deja de ser de penitencia momento en que
los cofrades se quitan el capuchón que tapa sus rostros y continúan el desfile
hasta la parroquia ya a cara descubierta.
El paso del Resucitado perteneciente a la Cofradía Precios
Sangre, volvió ser cargado a costal, por dos cuadrillas de costaleros, de la
Asociación de capataces y costaleros y hermanos de paso, Madre de Dios del
Rosario de Salamanca. La Agrupación musical Cristo Yacente de Salamanca puso
sus sones al paso del Señor.
Nuestra Sra. de la soledad estuvo acompañada por la Banda de
CC Y TT de la junta de cofradías de Peñaranda.
¡CUANDO LAS COSAS SE HACEN CON EL CORAZÓN! con elemento de
juicio y conocimiento de causa.
Desde Aquí agradecer a la cofradía de Precios Sangre, sus
esfuerzos por intentar dar más auge a la Semana Santa Peñaranda.
Las procesiones no
han sido siempre iguales a las que hoy vemos, se varían sus itinerarios, se modifican sus pasos y sus adornos, las
insignias o enseres, lo que son los
medios por los que la Cofradía se hace presente en la ciudad, Por eso no se
pierde su lugar ni su norte, A través del tiempo unos elementos perduran y
otros desaparecen.