La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus
Vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo, celebró este 10 de Noviembre, su Rosario de la Caridad con una salida
procesional de la Imagen titular de la misma, Caridad y Consuelo.
El Rosario de la Caridad, un acto que se lleva celebrando desde la llegada de la Virgen. A lo largo de
estos años se ha celebrado de diferentes formas pero con una misma
intencionalidad que es "poder a través de María iluminar situaciones
concretas donde es necesario la Caridad, el amor de Dios y el consuelo de la
Madre.
El hermano mayor de
Jesús Despojado Álvaro Gómez, destacaba que uno de los sentidos del culto de este año era tener muy presentes con “absoluto
respeto" durante el Rosario de la Caridad a dos personas muy queridas que
nos han dejado recientemente. La pequeña Carla y Ángel.
El paso de la Santísima
Virgen llevaba dos cirios con sus nombres en señal de respeto y recuerdo con
los que la hermandad ha querido dar abrigo y consuelo a sus familiares.
Los cirios fueron encendidos instantes antes del comienzo
del rosario por Héctor, padre de la pequeña y Loren, hermano de Ángel.
Que la Santísima Virgen cuide de ellos y de consuelo y
fuerza a todos sus seres queridos.
Una salida que se celebró con la mayor dignidad y
solemnidad, como corresponde a Hermandad de Jesús Despojado, para que los
mismos sean sinceros en “espíritu y verdad”. En la que todos los hermanos y fieles
pudieron orar junto a María Santísima de la Caridad y la Consuelo.
El cortejo, en el que los Hermanos volvieron a portar en
andas y sobre sus hombros a la Virgen, salió desde la Parroquia de San
Sebastián con el siguiente recorrido Plaza de Anaya, Benedicto XVI, Calderón de
la Barca, Libreros, Traviesa, Serranos, Plaza de San Isidro, Rúa Antigua, Rúa
Mayor y Plaza de Anaya para finalizar, de nuevo, en el templo de San Sebastián.
Fotografías: Gabriel Alonso García y Hermandad de Jesús Despojado
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