La Hermandad Nuestro Padre Jesús Despojado y María de la
Caridad volvió a testimoniar su fe en las calles este doce de noviembre
El Rosario de la Caridad se lleva celebrando todos los años
desde la llegada de la imagen. A lo largo de estos años se ha celebrado de
diferentes formas, pero con una misma intencionalidad: «iluminar situaciones
concretas donde es necesaria la caridad, el amor de Dios y el consuelo de la
Madre»
El Rosario dio comienzo a las cinco y media de la tarde,
desde la sede canónica de la Hermandad, la Parroquia San Sebastián. El cortejo,
en el que los Hermanos volvieron a portar en andas y sobre sus hombros a la
Virgen de la Caridad y del Consuelo, a la que regresó tras su recorrido por la
zona monumental de la ciudad.
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